jueves, 25 de febrero de 2010

MANIFIESTO INTRODUCTORIO / ACCIÓN Y REFLEXIÓN

“En definitiva, toda resistencia es ruptura en el pensamiento, mediante el enunciado de lo que es la situación, y fundación de una posibilidad practica abierta por este enunciado. Contrariamente a lo que se sostiene a menudo, no conviene creer que es el riesgo, muy grave en efecto, el que impide a muchos resistir. Es, por el contrario, el no-pensamiento de la situación el que impide el riesgo, es decir, el examen de las posibilidades. No resistir, es no pensar. No pensar, es no arriesgarse a arriesgar.
Hay que enunciar la situación, por lo que ella es, en cada caso, y luego arriesgarse a que haya riesgos, y siempre los hay, grandes o pequeños, cuando el pensamiento abre posibilidades. Es por eso que hoy, cuando pensar que hay que pensar lo real de la situación se hace raro (pues el consenso que se celebra es el no-pensamiento como pensamiento único), podemos volvernos con agradecimientos hacia los resistentes.”

(Badiou, Alain, Compendio de metapolítica. Ed. Prometeo, Buenos Aires, 2009)

Cito este párrafo de Badiou porque encuentro en él la definición del impulso que motiva este blog.
Vivimos en una época definida por la mera acción; el Teatro (me estoy refiriendo aquí a la actividad teatral de la ciudad de Buenos Aires), como muchos estamentos de nuestro devenir socio- cultural, esta inmerso en lo que considero una vorágine de producción desenfrenada que se ve reflejada en la multiplicación geométrica de espectáculos, talleres y demás yerbas. Esta multiplicación no presupone en sí un problema o un aspecto objetable en el desarrollo de la actividad teatral; el problema es que el resultado productivo de ésta multiplicación es a mi entender pobre y superficial. Claro que en todo este mundo de propuestas teatrales hay un número no menor de objetos artísticos destacables, pero a mi entender, la relación cantidad y calidad de producción esta desbalanceada.

El tema y las razones de un cierto desmadre teatral, mas notorio en los últimos años, no solo referido a la multiplicación impulsiva de la actividad, sino, y con relación a la misma, a la baja de la calidad de las propuestas artísticas, la precarización de los medios de producción y del medio en general, el desdibujamiento de la idea y del desarrollo concreto de la profesionalización de los actuantes en cada una de las áreas artísticas y técnicas de la actividad entre otras, es muy complejo y requiere un análisis mas extenso que no es el objetivo de esta pequeña introducción. Pero, sin embargo, puedo arriesgarme a afirmar que en la falta de reflexión y análisis en los estadios artístico-creativos, productivos, pedagógicos y comunicacionales de los procesos teatrales actuales (considerando, por supuesto varias excepciones- como ya dije), están algunas de las causas principales de la presente pobreza del medio.

En este blog es una consecuencia de estos pensamientos y un complemento reflexivo de mí accionar teatral en el contexto en el que trabajo asiduamente.
Siempre he tratado de dar cuenta de forma más o menos sistemática de mi labor como artista de teatro a través de escritos sobre los procesos creativos de mis producciones y sobre algunos aspectos técnicos del arte del actor. Pretendo aquí, ademas de informar sobre mi actividad teatral, continuar con esa tarea y espero que pueda ser útil o simplemente interesante para alguien dialogar con estas palabras.

2 comentarios:

  1. Hay que hacer el intento de dejar de valorar por el gusto.

    ResponderEliminar
  2. Hola,

    Que bueno...Este texto de Diego activó algunas cuestiones sobre las que venía dando vueltas hace un tiempo.Me animo a compartirlas…

    Lo primero en lo que querría detenerme es en la imagen de desmadre que aparece intentando describir algo de la escena artística, sobre todo teatral contemporánea. Si el desmadre es el nombre de la producción desenfrenada y de una multiplicación pobre y superficial, me pregunto siguiendo el texto de Badiou cuáles serían las posibilidades prácticas que abre un enunciado como este. Quiero decir, a qué nos abre un diagnóstico de tales características? ¿Qué posibilidades de acción diferente posibilita esta afirmación?Cómo corrernos de este “lugar”si es que acaso deberíamos corrernos?

    Badiou en este jugoso párrafo habla del no pensamiento como pensamiento único, pero también insisto, dice que el pensamiento puede abrir otras posibilidades prácticas. ¿Qué querrá decir esto?

    Me doy cuenta que tengo más preguntas que respuestas (esto será un problema?) en todo caso es lo que me sale compartir: nada de certezas, algunas inquietudes que me están latiendo. Quizás pueda resultar una pregunta muy básica, que en algún momento se la hizo R. Carver cuando pensaba en el amor, pero ¿ De qué hablamos cuando hablamos de pensar en teatro? ¿ El pensamiento es un pensamiento intelectual del que participan unos pocos, los que leen y escriben en revistas de crítica; es algo que entonces está por fuera de nosotros, de nuestra cotidianeidad o el pensamiento tiene que ver también con todas esas microdecisiones que ponemos en juego en las formas de producción de las que somos partícipes. Microdecisiones que se juegan al interior de los grupos, de las companías y también en relación a un medio social, cultural e histórico. A veces tengo la sensación de que hacemos natural cierto estado de cosas: los que piensan por un lado, los que hacen por otro. Insisto: ¿A qué tipo de acciones estamos apelando cuando hablamos de pensamiento? ¿Qué espacios existen en este momento en la ciudad de Buenos Aires (desde donde escribo) en la que algo de esto se habilita? ¿Cómo distinguirlo en las propuestas artísticas que están en curso?

    En fin… vuelvo a la imagen del desmadre. De puro curiosa busco en el diccionario: (desmadre.1. m. coloq. Acción y efecto de conducirse sin respeto ni medida.2. m. coloq. Exceso desmesurado en palabras o acciones.3. m. coloq. Juerga desenfrenada).

    Si lo que hay es exceso, juerga (hermosa imagen) me da la impresión que se abren otras puntas para pensarlo: ¿Cómo trazar un plano diferente en este panorama? ¿Qué habilita la juerga desenfrenada? ¿Qué no?

    Celebro este espacio. Ojalá se sumen más voces… saludos! Clara

    ResponderEliminar